Cada encuentro es despedazar nuestros cuerpos sin compasión, sin ternura, ni a dar lugar para tomar descanso o respiro..
La cama, las sábanas y la habitación son los únicos testigos de lo que tanto callamos, pero, en donde único gemimos, nos comemos y hacemos el "amor", que para nosotros no es otra cosa que devorarnos, despiadadamente, sin limitarnos a usar nuestra imaginación o cualquier otra "cosa" que esté a nuestro alcance..
A mí me gusta verla morder la almohada, inclinada, con su espalda curveada.. Ver cómo chorrea su cabello hasta su cintura, cómo aprieta con sus manos las sábanas..
Y a ella.....
Pues a ella le gusta sentirme fuerte, agresivo, despiadado, dominante, que la tire fuertemente de su pelo y la agarre de sus manos, para sentirse prisionera y que no pueda escapar..
Y así es lo nuestro...
Loco, sin sentido para muchos.. Pero a nuestra forma nos amamos, aunque nadie más lo entienda..
Aunque el mundo entero nos critique..
Tu Cómplice de Amor..